Una de las características importantes de ese altar es que no podía ser edificado de cualquier manera tenía que ser hecho de piedras. V 5 “y edificarás allí un altar a Jehová tu Dios, altar de piedras; no alzarás sobre ellas instrumento de hierro” la ordenanza de los altares de piedra lo sabían todos sus siervos. Josué 8: 30-31 “Entonces Josué edificó un altar a Jehová Dios de Israel en el monte Ebal, 31 como Moisés siervo de Jehová lo había mandado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras enteras sobre las cuales nadie alzó hierro; y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, y sacrificaron ofrendas de paz.”
Cualquier otro material puede ser elaborado por la fuerza del hombre. La piedra es un material dado solo por Dios.
Dios no quiere que utilicemos cosas del mundo para rendirle Adoración, es por eso que él quiere que lo adoremos en espíritu y en verdad. Juan 4: 23-24 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
En la antigüedad se exigía altares hechos de piedra. Hoy en día esa piedra somos cada uno de nosotros. 1 Pedro 2: 5 “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.”
Dios no quiere sacrificios que provengan de nuestra fuerza ya que todo le pertenece a él. Dios quiere nuestro corazón. Salmos 51: 16-17 “Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto. 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
No quieres holocausto. 51:17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
Nosotros somos el altar de piedras y también el sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”
Las piedras debería ser auténticas no podían ser trastocadas o modificadas por el hombre. Tenían que ser originales. Éxodo 20: 25 “Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás”
Dios quiere que lo adoremos de corazón. No dejes que las necesidades, los problemas o las demás personas contaminen tu corazón. No busques a Jesucristo solo por interés de un milagro. Él quiere que lo amemos con todo nuestro corazón. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
Cada uno de manera separada somos piedras. Pero cuando nos congregamos nos convertimos en un altar. Cuando estamos separados solo somos órganos de un cuerpo. Cuando nos congregamos nos convertimos en cuerpo de cristo. 1 Corintios 6: 15 “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”
Tú no puedes construir una casa solo con un ladrillo, para lograrlo se necesita la unión de muchos ladrillos. 1 Corintios 12: 27 “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”
Es por esta razón que para Jesucristo es tan importante el que nos congreguemos. Hebreos 10: 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” y por esta misma razón es que a satanás no le gusta ni le conviene que los cristianos se congreguen. Si tú eres de los que piensa que no es necesario congregarse deberías pensar muy bien a quien estas complaciendo. A Jehová o a satanás
Nunca dejes de congregarte pero algo importante cuando lo hagas no lo hagas solo para reclamar un milagro. Si tomas la decisión de congregarte hazlo para agradecerle, para adorarle, para demostrarle cuanto lo amas. Recuerda que en la adoración y en la alabanza se manifiesta la gloria de Dios.