Las normas nos hacen cada día ser mejores ya que nos impide salirnos de los parámetros planteados para lograr algún fin.
Una sociedad sin normas es una sociedad en confusión y que no sabe que quiere o para donde va.
Para Dios siempre ha sido muy importante el vivir con normas. Los diez mandamientos y otras demandas fueron implementados para que ese grupo numeroso de personas más de dos millones y medio de que salieron de Egipto pasaran de ser un simple montón grande a convertirse en un pueblo.
La diferencia entre un montón grande de personas y un pueblo organizado esta en las normas, en la estructura que pueda tener.
Un estadio lleno de personas tan solo esperando un milagro en sus vidas pero que en realidad no saben que es lo que Jesucristo demanda de ellos no son más que un montón de gente. El tener una doctrina clara y saber qué es lo que Cristo quiere de ellos los convertiría en una iglesia o en un pueblo de Dios.
Que podemos hacer con las normas:
1. Aprenderlas. Si no las conocemos no las podemos acatar. 1 “Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da.”
2. Practicarlas o vivirlas. De nada sirve conocer algo si no se lo practica. V 6 “Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.”
3. Enseñarlas. Si queremos tener una mejor sociedad es importante que enseñemos a los demás en especial a nuestros hijos las leyes divinas y también las leyes humanas. Si corregimos a nuestros hijos en pequeños en grandes no tendrán que ser castigados 5 “Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.”
Este sistema también era practicado por Esdras. Esdras 7: 10 “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” Esdras aunque era un maestro el dispuso su corazón para aprender, practicar y enseñar.
Que no podemos hacer con las normas:
1. No añadirle. V 2 a “No añadiréis a la palabra que yo os mando” ninguna ley se hizo para ser interpretada al amaño de la gente. Cuando nosotros creemos en Dios a nuestra manera corremos el riesgo de aumentar o quitar a la palabra.
2. No Quitarle. V 2 b “ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene.” este mandato no solo era para la antigüedad también sigue estando vigente en nuestro tiempo. Apocalipsis 22: 18- 19 “Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 22:19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”
Dios siempre está dispuesto a dejarse encontrar lo único que tenemos que hacer es conocer y cumplir sus mandatos. V 29 “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”
Si le cumplimos a Jesucristo él se encargara de nuestros enemigos así sean más grandes y fuertes que nosotros. V 38 “para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy.”
Recuerda una sociedad sin normas está perdida, una empresa sin normas va directo a la quiebra. Si no tienes quien te imponga normas crea las tuyas, busca la manera de obligarte a seguir avanzando por el camino de la excelencia.
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